Prólogo de Tabaré Vázquez, Presidente de la República Oriental del Ururguay, al libro del doctor Fernando Tauber «Hacia el Segundo Manifiesto: los estudiantes universitarios y el reformismo hoy».
En ocasión del cuadragésimo aniversario de la Reforma Universitaria de Córdoba, Juan Marinello afirmó que el mejor homenaje que podía tributarse a aquel movimiento era el de la continuidad.
Casi seis décadas después, y ya en el umbral del centenario del Manifiesto de los Estudiantes de Córdoba de 1918, puede afirmarse lo mismo: continuar en el rumbo de la reforma universitaria con los cambios necesarios en cada etapa de la misma. Esta obra –producto de la convicción, el compromiso y la perseverancia de su autor–, es un oportuno y valioso aporte, no solo porque recuerda lo que no debe olvidarse del movimiento de 1918 en términos de autonomía, cogobierno, libertad de cátedra y vinculación con la sociedad, sino también porque plantea desafíos y propuestas en el rumbo de un proceso que, como este movimiento reformista, es multidimensional, dinámico, gradual y evolutivo.
Los prólogos han de ser breves. Más aún si son varios, como en el caso de este libro, lo cual denota el interés que concita su temática y la solvencia con que la aborda el Dr. Fernando Tauber. No obstante ello, deseo resaltar un concepto que lo identifica e identifica al proceso reformista aún en curso: la educación como formidable aventura humana, como derecho de todos durante toda la vida y obligación del Estado en términos de servicio público de calidad y acceso universal, como canal transmisor de valores y conocimientos, como espacio de pensamiento crítico, como factor de democracia republicana y ciudadanía, como núcleo de desarrollo integral y sostenible, en fin, la educación como nuestro mejor vínculo con los demás y con el futuro. Es un puente largo y difícil, pero la mejor opción es transitarlo. Leer las páginas siguientes nos ayudará en esa travesía.