El complejo contexto actual, atravesado por la pandemia de COVID-19, nos obligó a reconvertirnos y a demostrar que la solidaridad y el compromiso son las mayores fortalezas de nuestra universidad pública.
La Universidad Nacional de La Plata se esfuerza siempre por ser una institución inserta en la sociedad, que busca dar soluciones a los problemas reales de las personas. Por eso, hoy podemos estar orgullosos de la rápida respuesta y el enorme esfuerzo de toda la comunidad universitaria: docentes, alumnos, nodocentes, extensionistas, voluntarios y más.
Desde el inicio nos planteamos como principal prioridad garantizar el acceso de los estudiantes a la educación pública y su derecho a avanzar en las carreras. Así, la UNLP fue una de las primeras universidades que decidió virtualizarse y, para eso, hubo que construir un gran dispositivo en tiempo récord. Este sistema alternativo permitió que estén funcionando el 97% de las 2100 cátedras con las que contamos.
Además, para asegurarnos que todos los alumnos tengan la posibilidad de conectarse para tomar sus clases, abrimos nuevas becas para aquellos que no poseían una computadora a su alcance.
En relación al abordaje de la pandemia, nuestro compromiso es poner todo nuestro esfuerzo en acompañar a la comunidad y realizar nuestro mayor aporte a las políticas públicas que buscan atender la coyuntura. En este sentido, la Universidad está colaborando con los organismos responsables en los diferentes ámbitos de acción.
Distintos laboratorios de las Facultad de Exactas, Veterinarias y Medicina se encuentran trabajando en el diagnóstico de Coronavirus. El 50% de las muestras de la región las hace la UNLP, después de un trabajo muy grande de readecuación de las instalaciones y articulación con los Hospitales San Juan de Dios, Rossi y Biológico -a cargo de los diagnósticos en la provincia-.
La labor de nuestros científicos e investigadores es verdaderamente destacable, ya que están dando grandes pasos para enfrentar la pandemia. Algunos ejemplos de los desarrollos que llevan adelante son: respiradores que pueden ser utilizados por dos personas a la vez, dispositivos para detectar COVID-19, esterilizadores de aire UV, un respirador mecánico, modelos dinámicos que describen cómo se comporta el sistema respiratorio en condiciones de respiración asistida, entre otros.
Cada vez más facultades se suman a las tareas de emergencia: las facultades de Arquitectura, Ingeniería y Artes se encuentran haciendo máscaras con impresoras 3D; Agrarias trabaja en la construcción de camas para hospitales desde el Centro de la Madera; y la Facultad de Humanidades desarrolla un proyecto que utiliza Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) para mitigar los efectos de la pandemia en barrios populares.
En este contexto, también se inscribe el enorme esfuerzo de nuestro voluntariado universitario que trabaja desde nuestra secretaría de Salud, Consejo Social y Prosecretaría de Desarrollo Social, en articulación con el gremio docente ADULP, el nodocente ATULP, la Federación Universitaria de La Plata, FULP y los organismos públicos provinciales y municipales. Miles y miles de voluntarios que ayudan a sus vecinos y los asisten para transitar este momento, realizando controles médicos, repartiendo bolsones de comida, alcohol, lavandina o jabón líquido que produce la propia Universidad.
En la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, ya se encuentra funcionando el primer centro de telellamadas, donde más de un centenar de voluntarios universitarios realizan un seguimiento de contactos estrechos de pacientes con Coronavirus.
Por otra parte, pusimos a disposición de los organismos sanitarios de la región las instalaciones del Albergue Universitario -con sus 200 camas- para aislar a aquellos pacientes que están en situación de observación. Así, recibimos a los vecinos del barrio José Luis Cabezas tras un brote de Coronavirus. En el mismo sentido, asistimos a los distritos de Berisso con el Sanatorio de la Carne, a Ensenada con el Polideportivo de Humanidades, y a La Plata con el Instituto de Educación Física.
La Universidad está cumpliendo un rol fundamental en el acompañamiento al sistema de salud, y a su vez está garantizando su función primaria que es dar continuidad al año académico. Nos conmueve el sacrificio de toda nuestra comunidad universitaria a la hora de adaptarse a esta nueva realidad y empeñar todos sus esfuerzos para encontrar soluciones a la emergencia. Por eso, quiero agradecer especialmente a todos y cada uno por seguir construyendo juntos la universidad pública, inclusiva y de calidad.